Desde el anuncio por parte del gerente de Banco de la República de poner en circulación el billete de cien mil pesos, de inmediato surgieron reacciones positivas y negativas ante la emisión del billete de más alta denominación en el país; unos considerando costos para el sector financiero, facilidad para actividades ilícitas, y por otro lado los ciudadanos que aluden la dificultad al momento de realizar compras de poco valor o cambiar el mismo por billetes de otras denominaciones.
A través de la historia el dinero ha representado un medio de uso forzoso para realizar intercambios de bienes y servicios. En ausencia de una unidad de referencia como la moneda o el papel moneda, sería complejo el esfuerzo que implica producir un determinado bien al momento de transarlo con otro que no representaría su mismo esfuerzo en tiempo, material, complejidad, etc.
Más allá de las consideraciones generales sobre su circulación, lo interesante es comprender la función de este instrumento que facilita el funcionamiento de las actividades económicas reales entre todos los agentes de la economía. Su función como medio legal para realizar transacciones diarias de intercambio, para lo cual fue creado el uso de los billetes y monedas de signo valor respectivamente.
La emisión del nuevo billete de cien mil pesos nos podrá facilitar operaciones comerciales debido a la representación de mayor valor monetario en menos billetes al portador y menores costos al evitar el pago de manejo y de impuestos como el cuatro por mil. Solo el ciudadano decidirá qué cantidad puede portar o mantener en reserva por motivo de transacciones o para especular.
[Tweet «La expectativa por la entrada en circulación del nuevo billete de cien mil pesos»]La emisión de este nuevo billete debe responder técnicamente a criterios económicos de acuerdo a las necesidades de la economía, como la mayor demanda por billetes de alta denominación, volúmenes de transacción, requerimiento de las entidades financieras y fundamentalmente por el aumento del ingreso per cápita y el monto del salario mínimo.
Contrario a lo que piensan algunos ciudadanos que creen que “La plata vale menos” debo explicarles que lo anterior no es consecuencia de la denominación de billetes que requiere la economía. La pérdida de poder adquisitivo ocurre cuando hay un aumento generalizado en los precios, lo que en economía se conoce como inflación, también cuando la moneda domestica se deprecia ante una divisa, que generalmente es el dólar norteamericano.
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