Cuando escribo siento que hago historia y poesía. Si me lees como historiador puedes encontrar que ahí está el poeta, si me lees como poeta encontrarás que hay un poco de historia en ese poema.
Así se define Gustavo Abad Hoyos. Literato, docente e historiador, quien se ha aventurado a escribir narrativa, poesía y textos dedicados a reconstruir la memoria de Córdoba a través de la cultura y la geografía.
Su pasión por las letras comenzó cuando estaba en el colegio. Entre sus compañeros se ganó el apodo de ‘Gabo’, en honor al nobel colombiano, puesto que era el único que demostraba su amor por los libros. Estudió Licenciatura en Ciencias Sociales en la Universidad de Córdoba e hizo parte del grupo de arte y literatura El Túnel, al cual aportaba su talento desde la poesía.
Al comenzar su labor como docente se dio cuenta que, según él, faltaba mucho por conocer sobre la historia de la región. Se dispuso a redactar sus textos desde la investigación y a escribir, con todo el rigor y validez científica, sobre la memoria cultural de Córdoba. Descubrió que tenía el talento para combinar diferentes géneros y tomó la decisión de dejar la narrativa y la poesía para escribir sobre historia y geografía.
Nosotros no nos conocemos, no hay investigación en la que se propusiera desde el aula de clases cómo decirle a los niños: esta es la geografía de Cereté o de otro municipio. Nosotros tenemos la tarea de extraer y sacar nuestra historia.
Entre sus obras más reconocidas se encuentran: Maneras de acercarme a la vida, Dialogo de espejos y Bugrelia. También se destacan algunos libros que ha escrito sobre Córdoba como son: San Juan de Sahagún y Cereté: geografía, historia y cultura.
Sus últimas publicaciones las ha dedicado a la investigación histórica. Sin embargo, nunca ha abandonado la poesía, al contrario, esta se encuentra presente en cada uno de sus textos, pues Gustavo Abad considera que no es necesario escribir un verso para que exista un poema, lo valioso es el lenguaje que el escritor utiliza para expresarse.
[Tweet «Recomendaciones de lectura de Gustavo Abad: poeta e historiador comprometido con la memoria cultural de Córdoba»]Para el Profe Abad, como lo llaman sus alumnos, lo más importante es conmover, producir una reacción, que el lector se sienta inspirado, emocionado, satisfecho y con nuevas ideas. Su afán como escritor es que en todos sus textos se puedan vislumbrar elementos poéticos. Su propósito es dejar un legado, contribuir a la educación y enriquecer la cultura, que sus lectores descubran que el mundo puede ser bello cuando los textos de alguien, desde el espíritu y la creatividad, tienen esa intención.
Su fascinación por combinar la historia y la poesía surge en su ambición por lograr que la civilización cordobesa y sus antepasados sean valorados y reconocidos. Por esta razón, Gustavo Abad considera que no solo se deben leer los grandes clásicos de la literatura universal, también hay que conocer los escritores de la región, porque son ellos quienes dan una identificación propia.
Aquí también hemos tenido una cultura, civilización, héroes, dioses, ceremonias, rituales, cosmogonías. Todo pueblo lo tiene. Un campesino te puede decir que el pueblo se originó en un árbol que se quemó, de un trueno que cayó, que el arcoíris nace de un árbol viejo que se secó y ahí se extienden los colores. Hay una concepción del mundo mágico, que aunque no sea científico te origina imaginarios.
Aconseja a los que quieren escribir que primero aprendan a ser quienes deben ser, a hacer una lectura del mundo con la que se pueda comparar la cultura propia y la de otros. Así podrán reconciliarse con la palabra, madurar, encontrar su legitimidad y lograr que la obra se apropie del mundo.
Sus recomendaciones literarias se basan en este principio, en tener una identificación y una cultura propia. Sugiere leer a los siguientes escritores:
– José Luis Garces. Según Abad, leerlo es encontrarse y reencontrarse. Su obra Fuga de Caballos es un texto histórico, poético, sociológico, es como una biblia del Sinú, a partir de personajes simples, sencillos y picantes.
– Guillermo Valencia Salgado, con el humor intrínseco, criollo, rural de sus textos.
– Luis Striffler, literato e historiador francés, quien visitó a Córdoba en el siglo XIX y dejó un gran legado sobre los ríos Sinú y San Jorge.
– Nelson Castillo
– David Sánchez Juliao